jueves, 16 de julio de 2020

Capitulo 6 ¿donde estará?

Amaneció en el castillo del Rey Santi, la fiesta había pasado, muchos comensales abandonaron sus habitaciones dispuestos a regresar a sus casas. En la puerta del castillo, el rey Santi se dedicaba a despedir a los invitados, con saludos protocolarios a todos los nobles invitados. Sus ojeras reflejaban su rostro cansado, apenas durmió a la noche, entre que se durmio tarde, y la charla con Lord Dan que le asustó completamente, Santi no pegó ojo.

El momento de despedir a Lord Dan llegó, el cual, a pesar de haberse dormido a la misma hora que Santi, lucia mucho mas tranquilo y descansado, pero su rostro durante la despedida,  se mantenía bien serio. Tras los saludos protocolarios, Dan advirtió.-Mantén los Ojos muy bien abiertos, el mal, puede acechar en cada esquina, Cuídate, amigo Santi.- Y tras esto se subió a su carroza, la cual, de todos los vehículos de los comensales, era la que lucía mas campechana, y Santi, observó como se sumía en la lejanía.

Evita, se levantó feliz esa mañana, una sonrisa inundaba su rostro, que llamaba la atención de sus compañeros de trabajo. A pesar de ser una sirvienta mas del castillo, tenía una clara reputación por su cercanía con la princesa, cercanía de la cual muchas otras sirvientas estaban celosas, pues a fin de cuentas, le servía para hacer los trabajos menos tediosos del castillo, y hoy tocaba limpieza, y como no, poco tardaron en aparecer compañeros aprovechados, dispuestos a llenarla de halagos y favores para que les coloque a hacer las labores menos aburridas, pero Eva, acostumbrada, sabía ponerles en su sitio.

Por otro lado, Lord Dan en su carroza pensaba en todo lo que había sucedido en la fiesta. Miles de pensamientos rondaban en su cabeza, pero en especial, uno de ellos le interrumpía de sus reflexiones sobra la logia y al carta. Su comida con Eva. En verdad, hacía mucho que no lo pasaba tan bien con una dama. Eva, era una sirvienta de clase baja, y el un adinerado señor de tierras, sin títulos Nobiliarios públicos, lo que legalmente jugaría a su favor. Una persona de la alta nobleza no puede casarse con un humilde campesino. Lord Dan, ya  poseía una señora, por lo que replantear un casamiento, ya no entraba en sus planes. Si, a Eva no la vería mas, quizás, en alguna otra reunión en palacio se la encontraría, pero no era momento de dejarse llevar por sentimentalismo ni por la pasión. Eva era una sirvienta agradable la cual tenía que mostrar amabilidad y formas a los invitados, no significa nada, podría intentar estrechar lazos con Angy. Y con esta reflexión mental, Lord Dan intentó aparcar el tema de su mente.

De vuelta en el palacio real, Santi, ya estaba sentado en su trono, y el salón estaba mas limpio del desorden de la festividad, de vuelta a la normalidad, unos comerciantes pedían mas control en las rutas comerciales por el aumento de saqueos, los separatistas habían dejado una carta afirmando que pal año que viene tendrían su propia fiesta de San Jose Luis. En fin lo típico. Tras solucionar algunos problemas y despachar a los separatistas, Santi avisó a Eva, pues quería que llamase a su hija, para hablarle de todo lo sucedido el día anterior. Y esta corriendo se fue al cuarto de Romy, para avisarla. Al llegar a la puerta lo primero que hizo fue llamar, pero no recibió respuesta alguna, decidió volver a llamar antes de entrar, Romy a veces tenía sueño profundo y otras veces simplemente no estaba visible. Pero no recibió respuesta alguna, así que abrió la puerta y su sorpresa fue mayúscula al ver que allí no había nadie. ¿Donde esta la princesa?

Mientras tanto, el carro de Lord Dan, seguía avanzando, y una voz, le saco de sus pensamientos. Afuera, unos bandidos habían ordenado el cese del carro. El conductor, frenó, y los bandidos hicieron una seña, para que Lord Dan, se baje del carro. Pero Lord Dan, ni se movió, y fríamente se quedo en su asiento. -Que te bajes de una vez- Escucho desde afuera. Pero ni se inmuto. En vez de eso, miro por la ventana delantera del carro. Allí efectivamente, vio como uno de los bandidos estaba delante del camino apuntando con un arco al conductor; otro estaba vigilando al conductor para en cualquier momento lanzar lo el suelo; mientras trasto un tercero se acercaba a la puerta, para abrirla, ya que Lord Dan, estaba ignorando la marea de insultos del bandido cada vez, se acercaba mas a la puerta.

En ese instante en el que el bandido toco la puerta, una flecha desde atrás le alcanzo el cuello, y otra fue al costado. En ese momento el trío de bandidos se cayo de inmediato.  Presas de rabia y prepotencia, se tornaron un aspecto mas preocupado, sin engarbo, Lord Dan, esbozo una sonrisa en su rostro. 

No había sido la primera vez que le intentaban saquear. Su carromato modesto, no aparentaba tener mucho valor. Los detalles marcan la diferencia, y Lord Dan, sabía que si llenaba su carro de guardias, o aparentaba mucho lujo, las bandas organizadas irían a por el, por eso, siempre viajaba con una distancia de seguridad de sus guardias, suficiente para aparentar que no hay nada que esconder, ni proteger, así que por lo tanto, cuando intentaban saquearle, siempre eran 3 o 4 despistados hambrientos. Si algo le llamo la atención de este grupo, fue que sabían mantener una estrategia de asalto. Por lo que cuando toda su guardia llego y neutralizo a los otros 2 bandidos que intentaron defenderse, Lord Dan se bajo del carro.

Lord Dan- Alto, no les matéis. Estos 3 loquillos me interesan. Decidme, os envía alguien, o sois 2 muertos de hambre que queríais robar algo.

Bandidos- No señor, nosotros no sabíamos que estaría tan protegido, ten piedad, nosotros solo asaltamos para venderlo y no morirnos de hambre.

Lord Dan- Me extraña, habéis actuado de manera muy inteligente, lo siento por vuestro amigo (Mirando al cadáver del tercer asaltante desangrandose en el camino), pero si no queréis correr la suerte de vuestro amigo, ya podeis contarme una historia que no parezca un chiste 

Bandidos-(intentando soltarse inútilmente) Que a nosotros no nos envía nadie, que somos lobos de calle, solo robamos para poder comer, ¡¡auxilio!!

Lor Dan- (Acercándose al mas joven) Tu chaval, ¿tienes aprecio a tu amigo?

Bandido joven- ¿Que? ¿que vas ha hacer? (Musito temblando)

Lor Dan hizo un gesto con la mano y el guardia que estaba inmovilizando al mayor de los asediantes le clavo un puñal, el cual, tras un agonizante grito cayo al suelo. Y tras esto, Lord Dan sentenció- Si lo que has dicho es cierto, ya no tienes porque dedicarte a robar. Te vas a venir a mi mansión, y ya veré que hacemos contigo, si sirves para algo o te vendo como esclavo-. Después de hablar, Lord Dan dio media vuelta y se subió al carro. 

Los guardias ataron de arriba abajo al joven, y le pusieron un trapo para que deje de gritar, luego le metieron en la parte inferior del carro, donde se suele poner el equipaje. Tras esto, cada uno de los guardias, envaino sus armas, y volvieron a sus posiciones. 2 adelante del camino para vigilar quien viene, y otros 2 atrás para cubrir las espaldas, los otros 3, se dispersaron por los alrededores.

Mientras todo esto sucedía en el Castillo de Santi, guardias se pusieron a investigar de arriba a abajo. ¡La princesa había desaparecido! Eva y Santi, estaban hablando. ¿Que paso? porque desapareció? ¿Donde estará? Nerviosos intentaban hacer teorías de lo sucedido, y Santi, ya pensaba que había huido del palacio para escapar de su destino, no sabía si preocuparse o enfurecerse por el abandono de su hija.

Mientras hablaban ni se percataron de que Alfonso, se acerco al dúo para meterse en la conversación. Ignorante de lo sucedido se acercó y saludo. Tras esto, Santi y Eva, se callaron al instante. -Mi señor yo creo que para el año que viene deberíamos poner un volcán en la fiesta- Habló Eva mirando fijamente a Santi con una seña de que le siga el rollo. Santí, se ruborizó, y dijo que eso sería muy dificil, pero Alfonso interrumpió la conversación. -No Santi, el Volcán es una idea ardientemente increíble, debería estar apuntado para la boda, suegro-. Santi esbozo una media sonrisa y se le quedo mirando sin saber que responder. Tras unos segundos de silencio incomodo, Alfonso  preguntó- Donde esta mi princesa, he pensado quedarme unos días en palacio para ir estrechando nuestro infinito amor que se verá en la boda-. Tras esto Santi abrió los ojos como platos, y comentó- Pensándolo bien, yo creo que el volcán es una idea estupenda, pero necesito un encargado para ultimar los detalles de toda la ceremonia, cosa que requiere un intelecto brillante como el tuyo, Alfonso. ¿Porque no nos vamos fuera, ha hablar de como quieres que sea, y de paso conozco mas a mi futuro Yerno?-

Tras esto Santi consiguió ocupar la cabeza de Alfonso de otro tema que no sea el paradero de su hija. Ambos se fueron al jardín, y por horas y horas, Santi escucho los disparatados planes de Alfonso. Este le comentaba cosas como que en la boda, quería colgar a unos niños de verdad en el techo, y con unas cuerdas a sus espaldas y unas alas falsas, volarían por toda la iglesia. O que en el banquete habría una fuente gigante de salsa de la que tras unos tubos fluiría salsa formando la palabra "Felizmente casados".

Tras horas y horas, un soldado se acercó al Rey Santi, y este escapando de Alfonso, le pregunto al guardia muy nervioso, si había noticias nuevas. Pero este negó con la cabeza, diciendo bruscamente, que la princesa había desaparecido. Alfonso pese a la repentina huida de Santi, decidió seguirlo, y su sorpresa fue mayúscula al escuchar al guardia decir eso. Santi giro la cabeza, y preocupado se temió lo peor. Si Alfonso se había dado cuenta. Este, tras enterarse de todo empezó a Gritar.-Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh seguro que es algún bellaco que me la quiere quitar, no lo permitireeeee-. Y tras este grito desenvaino su espada y se acerco al precipicio. Luego apunto con su espada al sol, y sentenció- Juro que estes donde estes, te encontrare para darte todo mi amor- Todos las personas que estaban alrededor se fijaron en Alfonso, incluso un gato negro que andaba por los jardines oliendo flores. El rey Santi se llevo una mano a la frente, y musito para si mismo. -Este tío esta grillado, ahora entiendo porque mi hija decidió Huir de casa-

Mientras en el castillo del rey Sucedían todos estos problemas, Lord Dan siguió su trayecto hacía el castillo. Al llegar, se reunió con uno de sus guardias del viaje. Este le pregunto a Lor Dan que qué iban a hacer con el chico. A esto, Lord Dan seriamente, le respondió- Desconfío de la procedencia del chaval, sigo sin creerme que sean unos delincuentes de pacotilla, creo que algún hermano de la logia, me investiga. Eso, o que Surkanen ya se ha puesto a investigarnos a todos.- Tras esto sacaron al chico del carro...

Continuará....