Capitulo 7 Senderos Peligrosos

Angy volvía en su carro desde la Taberna hasta el castillo de Lord Dan. O al menos así pretendía. El camino, empezaba a hacerse largo. Ya llevaba varias horas sentada en la parte trasera, y aunque intentaba acomodarse en la paja, la postura era algo incomoda para ella. En varías ocasiones pensó en hablar con su "taxista", pero le daba cosa. Tampoco ayudaba que la callada imagen del conductor no quitase un rostro de enfado durante todo el trayecto. En mas de una ocasión, Angy intento mediar palabra dirigiéndole la mirada, pero este, como si su pasajera no existiese, seguía tirando del burro como si nada. Así que Angy en ningún momento se atrevió a mediar palabra.

Todo el trayecto siguió en ese incomodo silencio entre ambos, todo fue tranquilo hasta que el trote de unos caballos que venían desde la dirección contraria interrumpieron la paz. 4 Jinetes bloquearon el camino del carro. El anciano conductor de Angy, frenó en seco, y sin mediar palabra, mostró su rostro mas serio. 

-Tu viejo, ya sabes lo que toca- Sentenció el que parecía liderar la banda. -No tengo nada de valor a mano, ya sabéis, solo transporto paja, lo único de precio que llevaba, era un colgante que ya me robaron la semana pasada- Interrumpió el conductor con un tono brusco y conciertos toques de ironía. -Seguro que alguna moneda tienes- sentenció de forma amenazante el lider mientras desenvainaba su espada y se acercaba con prepotencia al carro. 

El conductor, mantuvo su expresión seria, y ni movió un músculo cuando el líder de la banda le acercó la punta de la espada a la barbilla. El desdichado líder de la banda, río y el anciano conductor mantuvo su compostura. Tras esto, los ojos del bandido se encontraron con los de Angy.- pero que tenemos aquí,  transportas una Bonita mercancía, que tal siiii,- musito con voz lasciva - ¡Haz lo que quieras con ella, mientras te larges pronto Cedrik,- angy, abrió los ojos como platos, y la sonrisa del tal Cedrik se alargó de oreja a oreja. Angy no podía creerlo, ya le había visto. Ese bandido que asaltaba el carro, era el mismo que se le acercó en la taberna Atraviesa lo desconocido. -¿Nada más viejo?, creo que me llevaré a la joven. Es un placer hacer negocios contigo, noto que no tienes nada mas de valor. Ya te hemos exprimido al máximo parece ser- En conductor agachó la cabeza, y dio un suspiro de resignación. Tras esto los ayudantes de Cedrik se acercaron al carro y se lanzaron a secuestrar a Angy.  Inútilmente intento liberarse, pero la ataron y se la llevaron a caballo. Antes de perderse campo a través,  cedrik se giró hacia el viejo y gritó- Adiós viejo Sam, creo que de todas las veces que te hemos atracado esta es la mejor- y se perdieron el la lejanía mientras nuestro anciano conductor reanudó su marcha como si nunca le hubiesen detenido.

 En otro punto del mapa, El oso caminaba campo a traves, con paso firme y decidido abanzaba hacía una dirección. La cabaña en donde le encomendaron la misión de enviarle la carta a Lord Dan. Tenía claro a por quien ir. 

El oso era un explorador solitario, y para ganarse la vida hacía misiones, cualquier cosa que le recomendasen. Si tenía amigos, pero todos ganados en sus misiones, no le ataba nada, y así prefería que siguiese siendo. Por fin se había librado de Angy -Mejor así- Pensó para sus adentros. Ya le molestaba haberla tenido a cargo, y por su culpa ya se había desviado de su ruta. Pero tras haber llenado su panza con el festín de ayer en la taberna de Fonsi, ya estaba listo y lleno de energías para seguir su camino sin distracciones. El día fue abanzando, y ya al atardecer sus piernas necesitaron un descanso. Cerca de un río El oso, levanto su pequeño campañento para almorazar la merienda que su amigo Fonsi le había regalado. Esta vez, si tenía suministro de viveres,- no hay que ponerse a cazar gatos pensó.-

Tras un rato de descanso, El oso volvió a la marcha. Recogió todo y cruzo el río. Al otro lado de este, encontró la entrada de una cueva, gritos parecían salir de ella. A punto estuvo de ignorarlos, pero en su mente, algo le dijo que debería entrar a mirar, quizas alguien estaba herido y le podría ayudar. Al seguir los gritos, llego a una zona iluminada, y lo que vió, le dejo helado. ¡Era Angy, la habían atado, unos gamberros, la habían secuestrado, y estaba atada suplicando por ayuda! El oso, se escondió rápidamente en una de las paredes que daban a la sala. Casie le ven.

Debía actuar, eso le retrasaría de su objetivo, pero no podía dejarla allí, algo le decía que no esta bien. No puede salir de esto sola. El Oso, pego su oreja a la pared y se limito a escuchar a los secuestradores

Cedrik- Calmate preciosa, cuanto antes lo asumas, mejor, ahora eres mía y de mis hombres, de momento estoy cansado de seguir detras del viejo Chocho ese, pero en un rato me dara el "hambre"

Angy-¡Cerdos!

secuaz 1- Vigila esa lengua damisela (Y le asentó una bofetada a la pobre Angy)

secuaz 2- Parece que aun no logras entender tu posición. Tu te vas a callar y vas a hacer todo lo que se nos ocurra (se acerco a su cara con mirada pervertida, y Angy empezó a llorar, al sentir la respiración del acosador cerca de su cuello)

Cedrik- Como la toqueis sin mi permiso rodaran cabezas, es ¡Mi mercancia! yo decidire quien se divierte con ella.

Secuaz 1- Pero, Sumo Lider, no es justo,  nosotros tambien queremos.

Cedrik- Callate, yo decidiré cuando es y cuando no es justo. Te recuerdo que una vez, por culpa de tu terquedad, nos pasamos una noche en unos calabozos. 

Los secuazes dejaron algo tranquila a Angy y se acercaron al fuego que Cedrik había encendido. Empezaba a refrescar, una sueve brisa que venía desde el esterior refresco a sala y empezo a hartar al Oso de esperar. Así que esperando al momento exacto donde esten todos lo mas acurrucaditos al fuego, apareció por sorpresa, y lanzando a uno de una patada a las llamas del fuego. Sorprendió al grupo. Cedrik fue el desafortunado, y los otros dos, sorprendidos, se fueron alejando horrorizados, como su jefe intentaba recomponerse de la caida, ya que sus ropajes, estaban en llamas. No entendía quien le había lanzado al fuego, pero poco tiempo tuvo para asimilarlo todo cuando El Oso empezó a golpearlo y patearlo con furia.

Angy, segía atada, y se le iluminó el rostro con el expectaculo, aun así no le faltaron fuerzas para gritar -Cuidado Osin- cuando los otros 2 secuestradores que faltaban se acercaron por la espalda, armados con espada, arremetieron contra Osin. Y gracias a que los gritos de Angy pudieron alertarle, le dío tiempo a desembainar la suya y detener el ataque doble que se le venía por detras. 

En el ambiente se empezo a respirar tensión. Osín se vio envuelto en un combate por espada contra dos rivales. Estos arremetían con furia contra el, sin envargo su habilidad con la espada le permitía poder defenderse de los ataques que recibía a dos bandos. Angy casi pierde el aliento, y el Pobre Cedrik ya por los suelos intentando apagar las llamas de sus ventimentas hizo una seña a los otros 2 secuaces para que le ayudasen. Cuando este por fin consiguio librarse del fuego, Osin abatió a uno de sus enemigos, asentandole un golpe que lanzo la espada de este por los aires, e hizo una señal al otro de que parasen el combate. Sin envargo, el otro no ceso, y continuo la lucha. Mientras tanto Cedrik y los otros 2 se acercaron a Angy, con intención de desatarla y llevarsela. Con un grito ahogado de esta, Osin se dío cuenta de lo que sucedía, pero el otro que desarmo ya había recuperado su esapada, y con furia, volvió a arremeter contra Osin.

Osín se noto incapaz de ir tras ella. Un de los dos contrincantes se opuso en el camino hacia la salida, y el otro se acercó por detras, no podía seguirlos, se tenía que quedar combatiendo. Pero esta vez, no iba a darse con chiquitas. Claramente era mucho mas esperimentado con la espada que sus adversarios, pero era un combate a 2, cosa que le llevaría su tiempo avatirles sin salir herido, esta vez, no se andaría con advertencias, si tenía que herir de muerte lo haría. Había que salvar a Angy, era una necesidad.

Los secuestradores, agarraron entre los 3 a Angy, y empezaron a correr por el pasadizo de vuelta al exterior. En la entrada, un gato negro les cortó el paso. Y este con un gran Bufido intentó adrementarlos. Los tres se miraron entre ellos. Y entre risas y carcajdas, se detuvieron un segundo. Ni una palabra se intercambiaron, pero Cedrik, se acerco con aire chulesco hacia el gato, mientras este retrocedía muy lentamente y no paraba de gruñir. Preparó su pierna para lanzarle una patada al gato, pero este, justo antes de recibir el golpe se lanzó a correr hacia la oscuridad. Cedrik casi se cae al suelo, impresionado por la velocidad del gato, refunfuño- Cobarde- Y tras esto se giró hacia sus secuaces que sugetaban a Angy, y les gritó-Vamos, tenemos que irnos antes de que ese lunatico nos alcanze. Rodolofo y Estuar no solo son unos vigilantes de pena, sino que ademas son mancos, debemos irnos antes de que nos alcanze ese lunatico. ¡mierda, los caballos han desaparecido! Tendremos que ir a pie-.

Y era cierto. A los pocos minutos, Osín salio de la cueva con la espada llena de sangre. Para cuando salió, Cedrik y sus secuaces ya se habían ido, pero Osin a pesar de que ya oscurecía bastante, sabía oreintarse bien en la noche, y no tardó mucho en encontrar sus pisadas. Entre las huellas, y la posición de los arboles, descubrió hacia donde habían partido y aproximadamente cuanto tardaría en alcanzarlos. En 30 minutos de carrera, ya escuchaba los gritos de Angy. Y con la Luna en lo alto al alcanzar una pradera consigió por fin localizarlos.

Osin- ¡Quietos, dejar a la chica tranquila, no os ha hecho nada.

Cedrik- ¿Y quien me lo va a impedir, un lunatico con una espada? ya he visto que no eres capaz de herir a mis amigos.

Osin- Igual eres ciego, o igual la noche te nubla la vista, pero yo no tengo ganas de herir a nadie. Tus amigos no me dejaron otra opción. No fueron lo suficientemente nobles de recibir la hoja de mis espada, aunque sin envargo, no me ha quedado mas remedio al final que ensuciar mi espada.

Cedrik- A ti no debería importarte lo que hago yo con mi mercancia, esta señora es mía, yo me la encontre y me pertenece. Metete en tus asuntos.

Osin-No, esa chica se viene conmigo, es mi amiga, y se que no te pertenece

Cedrik- (Intentó finjir una carcajada, pero pensando en su situación descubrió que lo mejor sería ceder) Ajaj, bueno bueno, todos tenemos un desliz de vez en cuando. Sabes, has gando, quedate con tu chica, un desliz lo tiene cualquiera, venga amigos desaten a la señora.

Y al momento la dejaron libre, Angy, salio corriendo en la direccion a Osin y corrió a abrazarlo. Pero tras esto, Osin mantuvo la compostura y se mantuvo desafiante a los secuestradores. Observó que portaban mochilas de cuero, e intuyo que por el sonido de estas al andar, estaban cargadas de oro y joyas. Así que sin bajar su espada se acerco lentamente a ellos.- Sois unos ladrones y no se si todo lo que llevais allí es vuestro o ha sido robado. Lanzarme vuestras mochilas si no quereis correr la suerte de vuestros amigos-. Cedrik, borró la falsa sonrrisa de su rostro y se pudo observar su puro enfado. No sabía que hacer, el Oso ese, le había pillado con los pantalones bajados, el no quería darle nada, las mochilas estaban repletas de oro que habían asaltado con todo el sudor y esfuerzo de su frente. Pero presa del miedo a perder la integridar e incluso la vida, le hizo un gesto a sus secuazes en señal de aceptar la oferta. Tras esto El oso se acercó a ellas y efectivamente pudo ver que estaban cargadas de Oro. Esbozo una sonrrisa y les amenazo con ir a denunciarles como no se largen rápidamente de allí. Acto que obedecieron los tres sin mediar palabra. Ya en la lejanía Cedrik le grito- Me he quedado con tu cara y tu Mote, te juro que me vengaré-. Al escuchar eso, el Oso rió y murmuró. -No prometas cosas que no puedas cumplir-.

Tras todo lo sucedido, Angy, empezó a darle las gracias, constantemente, le explico todo lo que le había pasado, como había sido alterado el día y lo mal que lo había pasado. Osín, tras escucharlo todo se sentó en el suelo. -Mira Angy, creo que hoy, ha sido un día duro para ambos, casi que podría hecharme la siesta aqui en esta explanada y en un rato ya pensamos en que hacemos y como vuelves  a tu castillo con tu señor- A esto, Angy, entristeció el rostro, y tras un breve silencio hablo- No, he tomado una decisión, creo que no iré al castillo, me voy contigo a donde sea, creo que así estaré mas protegida.- El Oso, que ya estaba medio dormido dijo- Muy bien Angy, dejame descansar un rato y ya mañana lo hablamos, despiertame si anguien se acerca. Tendremos que hacer turnos, aquí hay mucho oro- Tras escuchar ese testimonio Angy se quedó pensando. La verdad desde que le liberó lo sentía cada vez mas claro, no iria a castillo, se iria con el Oso a vivir aventuras, pero...¿En verdad le había escuchado? ¿Realmente era buena idea? Angy, miró a las estrellas y se puso a pensar en todo lo que le había pasado en cosa de un par de días....

CONTINUARA....